viernes, 9 de julio de 2010

Teargarden


"Conocía esa voz furiosa, una voz hermosa, suave como el terciopelo incluso aunque sonara airada. Era su voz. Evité pensar en su nombre, pero me sorprendió que su sonido no me hiciera caer de rodillas y acurrucarme en el pavimento por la tortura de la pérdida. No sentí ninguna pena, ninguna en absoluto. Todo se me aclaró por completo en el momento en que escuché su voz. Como si mi cabeza hubiera emergido repentinamente de algún pozo oscuro. Era más consciente de todo".

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